Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2014

AL PAN, PAN Y AL VINO... DÉJATE DE VINOS

Imagen
     —Ya puedes empezar a tolerar. Ahora te traemos una manzanilla.          —Manzanilla, no sabéis como matarme —Tono hostil. Mujer, cuarenta y tantos, ingresada en medicina interna.          —Hombre, pues con manzanilla seguro que no. —Yo, algunos años menos (amante de las infusiones).          El tema de las dietas en el hospital es para hacer una tesis doctoral, pero de años y años. Yo, por si alguien se anima, le regalo un posible título: El pitorreo.          Desde que en mi hospital pedimos las enfermeras las dietas, mediante un programa informático, nos pasamos el turno cambiando biscotes por galletas, café por cola- cao, y natillas por yogur… ¡Apasionante! Es que me encanta, ¡me encanta!, ser conocedora de los gustos culinarios de mis queridos pacientes. No pensaba yo, cuando era una alumna de enfermería, tampoco me lo explicaron en la carrera, que una de las mayores preocupaciones de nuestros usuarios era que no le llevasen mantequilla para untar las galletas.

4 de octubre. Oposición de enfermería. 1600 plazas, 43000 opositores.

Imagen
                  Ahora voy a proceder a contaros mi experiencia… lo estabais esperando, ¿eh?:          ▪Viernes 3 de octubre, 22 horas. Decido no cenar mucho, no vaya a ser que me indigeste y no pegue ojo, (no me ha pasado en mi vida, tengo un estómago saco), pero por si las moscas.          1 de la mañana. Me aseguro, dos veces, de haber puesto mi despertador, «mira que si me duermo y no llego a la oposición»…          —Cari, pon también el tuyo, anda —. Mujer precavida vale por dos.          ▪Sábado 4 de octubre, 7 de la mañana. Me despierto sobresaltada, «¡Ahhhhh! ¿Me he dormido?» No, menos mal… «Pues voy a seguir repasando». Sí, lo hice, lo he hecho toda mi vida, repasar la mañana antes del examen. Que sí, que ya, que todas la teorías se empeñan en promulgar que no se debe hacer, pero que a mí me funciona. ¿A nadie más? Yo no tengo memoria, bueno algo he de tener, pero debe ser como una aceituna de bote y he de aprovechar hasta el último minuto.          8 de la mañ