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Mostrando entradas de 2016

Qué se preparen los de Anatomía de Grey

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          Ahora sí que sí, por fin me atrevo a decir que mi siguiente novela sí que está relacionada con el universo sanitario. La historia nace en un hospital, como tantas y tantas. Porque nuestro mundo da para mucho, no solo es cuestión de técnicas, pruebas, tratamientos, cuidados... en nuestro mundo también se fraguan grandes historias de amor (y rupturas posteriores que dan para muchos cafés cotillescos). Y eso es lo que debería suceder en "Si tiene que ser" (lo del amor) y puede que lo haga, pero para saberlo tendréis que leerla, golfillos...          Pero no solo se trata de amor, ya me conocéis, según avanza la historia veremos como los protagonistas se enfrentan a la vida (o la vida a ellos) y no les quedará otra que tomar decisiones trascendentales e importantes. Es una novela muy coral donde se unen familia, amistad, amor y sorpresas y todo ello con un toque divertido, fresco y original, o eso intento, por lo menos el narrador de la historia seguro que os sorpren

UNA ES ENFERMERA AUNQUE NO QUIERA

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         ¿Por qué digo esto? No, no temáis, no voy a volver a vestirme de negatividad o como dice mi madre, « y venga la burra al trigo». Titulo esta entrada así, primero, porque rima y segundo porque ayer me corté.          ¿Mucho más claro? ¿No?                Vale, ha llegado el momento de contaros el porqué de este vacío informativo en mi blog: estoy de baja desde hace meses y es por eso que no tengo mucho que contar y además he estado compilando entradas y escribiendo algunas nuevas para un futuro proyecto. Respecto a mi baja, no me pasa nada malo, de hecho me pasa lo más bonito que me ha sucedido jamás: una pequeña sirena anda dando pataditas en mi abdomen y los médicos prefieren que su mamá no vaya a trabajar para que crezca sana y fuerte.          Hechas las aclaraciones, si retomamos el título de la entrada entiendo que no entendéis nada o sois listos como avispas (que no seré yo quien lo dude). Pero para los que preferís alguna aclaración, ¡allá voy!          Ayer me

LA GUINDA DEL PASTEL

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         Cómo han pasado los años, las vueltas que da la vida...          ¿Quién no se ha dicho esto alguna vez cuando se ve frente a un plato de lentejas y se le hace la boca agua cuando de joven no quería ni olerlas?          Los gustos van cambiando. Las preferencias van cambiando. La escala de valores va cambiando. El cuerpo, también ( en un 99%  de los casos, a peor).          Si a mí me hubieran dicho cuando tenía veinte años que cuando llegase a los treinta y cinco iba a preferir quedarme en casa un viernes viendo «Tu cara me suena» a salir a cenar y pegarme unos bailes, le hubiera respondido al aprendiz de clarividente:          —¡Tú estás chalao !          Si el chalao , jugándosela de nuevo, me hubiera vaticinado que con los treinta y cinco iba a preferir una quedada con amigos en una casa, en horario de comida, con la música bajita para poder hablar, que salir por la noche a darlo todo, le hubiera increpado con total convencimiento:          —¡Mira, qué no!

QUIEN TIENE BOCA SE EQUIVOCA

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       Estaba yo esta mañana tecleando algo que luego os comento y me he llevado una ingrata sorpresa. Me ha saltado la ondulada línea roja del corrector del Word para avisarme de que una palabra no estaba bien escrita. Y me he dado cuenta de que aquello sonaba muy raro pero nunca le había echado cuentas. Hoy puedo reconocer y reconozco que toda mi vida he dicho "cinta inlante" a la cinta aislante y lo peor, ¡ni preocupá!         He llamado a mi madre para saber si es culpa suya, pero no, ella dice cinta aislante (pero ha aceptado que lo hace muy rápido). He llamado a mi par y él me ha admitido que dice "cinta ailante" (no hacemos uno listo entre los dos). Y entonces me he puesto a pensar en todas aquellos errores lingüísticos que estamos hartos de oír en el ámbito sanitario. Ya, seguro que se os acaba de dibujar una sonrisa de lo más ladina. ¡Vamos allá!                   ¿A quién no le han dicho alguna vez «me duele mucho la GUÍA que me has puesto señor