UNA ES ENFERMERA AUNQUE NO QUIERA
¿Por qué digo esto? No, no temáis, no voy a volver a
vestirme de negatividad o como dice mi madre, « y venga la burra al trigo».
Titulo esta entrada así, primero, porque rima y segundo porque ayer me corté.
¿Mucho
más claro? ¿No?
Vale,
ha llegado el momento de contaros el porqué de este vacío informativo en mi
blog: estoy de baja desde hace meses y es por eso que no tengo mucho que contar
y además he estado compilando entradas y escribiendo algunas nuevas para un
futuro proyecto. Respecto a mi baja, no me pasa nada malo, de hecho me pasa lo
más bonito que me ha sucedido jamás: una pequeña sirena anda dando pataditas en
mi abdomen y los médicos prefieren que su mamá no vaya a trabajar para que
crezca sana y fuerte.
Hechas
las aclaraciones, si retomamos el título de la entrada entiendo que no entendéis
nada o sois listos como avispas (que no seré yo quien lo dude). Pero para los
que preferís alguna aclaración, ¡allá voy!
Ayer
me sajé medio dedo pulgar (ya será menos) cortando melón (un clásico veraniego).
Estaba sola (miento, estaba Kala, mi perrita, pero ya me dirás tú). Sentí que
el corte era profundo pero no quise indagar mucho no fuera a ser que entre el
calor, tanta hormona y el no poder sincoparme a gusto (como se desmayan todas
las embarazadas en la tele) me cayera redonda (nunca mejor dicho porque de tan
poco moverme empiezan a no distinguírseme las articulaciones, tipo Naranjito).
Cuando
me volví a sentar para comerme la rajita de melón, con toda esa adrenalina
corriendo por mis venas (es lo que tiene estar de baja, puede que esto sea de
lo más emocionante en mis últimos meses), me di cuenta de que SOY ENFERMERA,
que lo llevo dentro de mí, que mi cabeza piensa a la velocidad de la luz (o más)
cuando de accidentes se trata. No creo que otras profesiones estén tan
incrustadas en el profesional que las ejerza. Me explico con ejemplos.
Ahora
llega el calorcito, las venas se dilatan, por la calle los edemas maleolares
afloran como los mosquitos... decidme que no sufrís cuando veis esos miembros
inferiores hinchados como patas de elefante calzando zapatos planos, o cruzando
las piernas. ¿No os entran ganas de aconsejarle al sufridor que use otro
calzado más favorecedor para la vascularización o que descruce las piernas?
¿Soy yo la rara?
¿Y
cuando alguien se desmaya cerca de ti y ves como un tropel de gente (con buena
voluntad, pero tropel) le rodean y a nadie se le ocurre lo de subir las
piernas? ¿No sufrís?
Por no
hablar de todas esas venas que ves (sobre todo en los gimnasios) gruesas,
rectitas, hechas para prácticas y fantaseas con canalizarlas con abbocaths
mínimo del 16.
¿O
cuando os cruzáis con alguien con esa color azuladillo en mejillas, capilares a
la vista, tos perruna y le veis fumándose un cigarrillo tan pancho? ¿No os
entran ganas de arrancarle el cigarro de
cuajo y decirle que tiene el EPOC garantizado?
Y esas
veces que vas tranquila por el parque (desde que estoy de baja es mi actividad diaria)
y te cruzas con un running dominguero, que salta a la vista que corre una vez
al mes, rojo como un tomate, robando todo el aire del parque y sudando la gota
gorda, ¿no te entran ganas de aconsejarle otro deporte menos agresivo para su
corazón?
Por
supuesto no me olvido de todas esas preguntas que familiares, vecinos,
conocidos o cualquiera que se entere te hacen por ser enfermero. Yo os prometo
que a veces me quedo a cuadros con las preguntas, tipo (caso real):
—¿He
de preocuparme por tener mucha electricidad estática? Últimamente me dan
calambres las cosas...
¿Entendéis
ahora el título "Una es enfermera aunque no quiera"? Porque aunque a
mí ayer me vino bien para solventar mi accidente doméstico hay veces que sufres
al ver enfermedades, malos hábitos, o comportamientos nocivos en la humanidad
ajena a ti a la que no puedes pararte a aconsejar para que no piensen que eres
un metomentodo.
Y ahora, aprovechando que he escrito esta
entrada y que el Pisuerga pasa por Valladolid, os voy a contar todas esas
novedades que tengo (aunque ya sabéis cual es la más importante).
Ha
salido mi nuevo libro: Quiéreme si no te abrazo. Es la continuación de Abrázame
que no te quiero y está gustando mucho, o eso me dicen, "hasta más que el
primero". Os invito a que le deis una oportunidad a "mi cielo",
seguro que no os deja indiferente y os lo pasáis muy bien este veranito.
Deciros que Abrázame ya va por la tercera edición... (¡yuhuuuu!). Os adjunto el link del trailer https://www.youtube.com/watch?v=vHWln086n7g
-Este
domingo (22) por la mañana me podréis ver en la feria del libro de Fuenlabrada
(junto al pollo Pepe o la patrulla canina) en la caseta de la librería Bravo.
- El sábado 28 (sí, el de la Champion),¡¡¡¡¡
estaré en la Feria del Libro de Madrid!!!! en la caseta de la librería Atenas
(165), por la tarde, antes del partido (no seáis ansias, da tiempo a todo). Y me
gustaría, que ya que han apostado por mí, firmar algún librito. ¡Venga,
animaos! Aunque sea por verme como una peonza.
- El 4
de junio, de 15.30 a 17.30 regresaré a la Feria del libro para un encuentro con
escritoras de mi editorial (kiwi) y lectores, donde habrá sorteos, y ya podréis
adquirir mi nueva historia que está incluida en el libro Summer love que justo
sale el día después y las tres escritoras que participamos os lo podremos
firmar.
-El
viernes 17 de junio presentaré junto a Kate Danon, Summer love en la librería
Bravo, Fuenlabrada.
Y no
os aburro más... ¡Ah, sí! Como habéis llegado hasta aquí os merecéis un sorteíto.
Tengo (no queráis saber porqué) un kindle (formato digital de Amazon) de
Quiéreme si no te abrazo. Si compartís esta entrada en facebook y me etiquetáis
para que os pueda numerar, el domingo 29 sorteo el libro (que os repito no
queráis saber porqué me lo he descargado si yo no tengo kindle).
Un
abrazo a todos.
Jajaaja ¡¡ me encanta leerte!!!me da la sensación de estar charlando contigo en nuestro riconcito de librería Bravo.
ResponderEliminarPara quien no halla leído tus dos libros del cielo: A mí personalmente me han gustado los dos, me he reído, emocionado y entretenido con su lectura. El segundo me ha gustado más todavía y espero que Irene escriba un tercero.
¡ah!deciros que el embarazo la sienta muy bien, está guapísima.
Un besito 💋
Jajaaja ¡¡ me encanta leerte!!!me da la sensación de estar charlando contigo en nuestro riconcito de librería Bravo.
ResponderEliminarPara quien no halla leído tus dos libros del cielo: A mí personalmente me han gustado los dos, me he reído, emocionado y entretenido con su lectura. El segundo me ha gustado más todavía y espero que Irene escriba un tercero.
¡ah!deciros que el embarazo la sienta muy bien, está guapísima.
Un besito 💋
Toda la razón con lo de ser enfermera aunque no quieras. Y con tu anécdota del corte me has recordado otra parecida que me pasó, pero con un vaso. Es que saltamos en modo automático en esos casos.
ResponderEliminarFelicidades por la sirenita que llevas dentro y por tanta literatura. Ojalá poder acercarme, pero Madrid me pilla un poco retirado. A ver si es posible otra vez.
Saludos.
Gracias por leer la entrada y comentarla!! Un saludo.
EliminarSiempre van a haber casos que nos saquen de quicio y alguno que has comentado si estuviera en tu situación habría pensado lo mismo... A ver si me saco ya la oposición y puedo ser enfermera... Excelente blog Irene
ResponderEliminar