Conmoción
Así fueron los hechos:
22:10. Camino después
de una dura jornada hacia el parking, charlando con mi compañera. Hablamos
sobre… (no es relevante). Un coche pasa a nuestro lado y cuál es mi sorpresa
que reconozco al conductor. Él a mi también. Frena. Hacía mucho tiempo que no
nos veíamos. Es un ex compañero que pasó a una vida mejor (otro servicio).
—¡Pero bueno! ¡Cuánto
tiempo! ¿Qué tal te va por aquel servicio? (tampoco es relevante) —exclamo.
—¡Genial! ¿Y por allí?
¿Cómo sigue? —pregunta por cortesía; ya sabe que mal, por eso se fue.
Establecemos una usual conversación
sobre los cambios en nuestras vidas y después vamos al tema que nos interesa:
chismorrear sobre la planta. Le hago un leve resumen de los cambios, de los que
él estaba más o menos al tanto, y nos comenta que él conoce a uno de los que
han ido a caer allí.
—¿Y de qué le conoces? —le
pregunto curiosa.
—Pues era de mi pandilla,
¿por qué no voy a conocerle?
—También es verdad —bromeamos
mi compañera y yo.
Y es aquí cuando suelta
el comentario, inofensivo, tonto, guasón, pero que ha cambiado el curso de esta
semana:
—¡Ése! ¡Cuidado, ése es
un… ¡
Me quedo estupefacta. No
me lo puedo creer. ¿Ése es un…?
No nos da detalles y después
de echar otro ratillo más de palique, nos despedimos y mi compi y yo partimos
hacia nuestros coches conmocionadas.
No valgo yo para
mantener la boca callada y menos con un notición tan impactante como aquel.
Pero no solo lo conté por el mero hecho de chismorrear, lo hice para que
estuvieran prevenidas y al tanto de con quién trabajamos día a día.
El resultado fue la
misma cara de sorpresa e incredulidad que había puesto yo la noche anterior.
Al día siguiente salí
de cena con mis compis, y me vi en la obligación de prevenirlas también (no, no
lo hice para echarnos unas risas), fue por exclusiva protección.
Por supuesto también se
lo comenté al que me arropa con la mantita todas las noches. Su cara de
preocupación me dejó evidente que debía alertar al mundo.
Pero, claro, ahora
viene la parte difícil… Me toca hacer noche y resulta que el susodicho también
está. Llamo a mi chico y me aconseja con voz tranquila (pero seguro que estaba preocupadísimo)
que vayamos de dos en dos a las habitaciones y que tengamos mucho cuidado.
Mis compañeras de la
tarde me comentan que han visto al susodicho y no sabían cómo mirarle. Las entiendo,
a mí me sucedió igual. Cuando le tuve en frente, no podía atenderle, sólo
escuchaba como un taladro en mi cabeza, el apodo con el que le había calificado
mi ex compañero. Espero que algún día pueda volver a mirarle como lo hacía
antes, el tiempo lo cura todo.
Y por eso he decidido
escribir esta entrada. Debemos tener mucho cuidado, y yo la primera, cuando calificamos
a alguien. Podemos provocar un cambio en la actitud de los demás hacia la persona
en concreto, por no hablar de rumores, prejuicios, y aprensión.
Ya, ya sé que queréis
saber qué es lo que me dijo. No os preocupéis, ya os he confesado que no valgo
yo para mantener la boca cerrada. Espero que entendáis la conmoción que ha
provocado en mi planta tal noticia.
22: 15. Parking:
—¡Ese! ¡Cuidado es un
rompebragas!
NOTA ACLARATORIA (3/04/2014): Me llegan informaciones de que el susodicho ha dejado de cargarse la lencería femenina a su paso. Por lo visto, tiene una relación formal hace años. Ahora entiendo la crisis en el sector de las mercerías.
NOTA ACLARATORIA (3/04/2014): Me llegan informaciones de que el susodicho ha dejado de cargarse la lencería femenina a su paso. Por lo visto, tiene una relación formal hace años. Ahora entiendo la crisis en el sector de las mercerías.
Jolin!! conmocionada me he quedado yo......... pero "rompebragas" que significa?? Tiene emoticono???
ResponderEliminaruhhhh y .........es un chico o una chica??
Nena aclárame esto ...... ya sabes que yo me empiezo a maquinar y no paro.
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