No hay manera
Hoy de nuevo toca imaginar. Necesito tirar de todos
mis recursos para dar con este enigma, con este rompecabezas que me taladra día
sí y día también y ni lo resuelvo, y lo más grave, ni lo intento. He aquí…
Pongamos
a imaginar que mi cerebro es una lechuga, bueno igual me he pasado de grande,
reduzcámoslo a una cebolla; sí, mejor, me pega más, puesto que soy una llorona.
Pues, en mi cebolla hay muchas capas, un montón,
pero yo siempre he presumido de mi capita del sentido común, de la de la responsabilidad, de la de mi
decisión y mi arrojo (excepto con temas de mecánica, que soy un zote). Desde
pequeña fui consecuente, crecí en una familia humilde y supe que para labrarme
un futuro (y que me diera la paga mi padre todos los viernes), tenía que
estudiar. Y así fue. Siempre aspiré a sobresaliente, hasta que vi que mi
cebolla no daba para más, en concreto con la física de COU y en la carrera,
pero siempre estudié para lograr la mejor nota. Jamás, y lo digo bien alto, me
presenté a un examen sin estudiar… «¡qué vergüenza!», me instigaba mi capita de
la responsabilidad.
La
carrera fue difícil, más que nada, por el poco tiempo que nos quedaba para
estudiar. Superé el reto de tercero: que no te quedara nada para septiembre
para poder trabajar en las suplencias de verano. Lo logré. Mi capita del
orgullo se pavoneo ese estío.
Y he
aquí mi enigma:
Llevo
trabajando cerca de trece años, y tengo un contrato eventual (contratos que
penden de un hilillo más fino que la capita de mi cebolla correspondiente a
memorizar hechos históricos). Veo la tele, hablo con la gente, leo el índice de
paro, entiendo a los morosos de mi portal que no pagan porque llevan parados
tres años. Y además, suelo ser alguien con una actitud bastante empática, “podría
pasarme a mí”… entonces, ¿por qué carajo (huevos) no estudio la oposición?

¿Qué
les pasa a las capas de mi cebolla? ¿Están infectadas de pasotismo? ¿Se han
descargado de responsabilidad? ¿Son mas vagas que Niebla?
¡Qué
alguien me ayude! ¡S.O.S! Tengo que estudiar y mi cebolla canturrea
constantemente la canción de Coque Malla: no hay manera, uohhhh…
Lo
malo es que el gusanito cada vez está creciendo más y más, de tanto bajar y subir
por mi cebolla, y desde que ha escuchado que la OPE sale en septiembre se ha
comprado un monopatín y hace el recorrido muchas más veces al día… La verdad es
que el gusanito tiene mala ralea; cómo escuche que hablo con algún enfermero
que me confirma que está estudiando, se pone a dar saltos en mi cebolla y el
dolor llega hasta la boca de mi estómago… ya hasta ha aprendido a hablar con
voz rotunda:
«Ves,
Irene, la gente estudia y tú no, tu no, tú noooo… te vas a ir al paroooooo, al
parooooo».
Y nada,
no hay manera, uohhhh…
Ha proliferado, cual virus, un envoltorio de excusas. Vamos
a desplegarlo:
—¿Ya
para qué? Si los que no están trabajando se lo sabrán todo de pe a pa, tienen
una cebolla joven, (y hay quien carga con lechuga), y encima están motivados,
cosa que si seguís este blog, yo no—. «Excusas, excusas, no te pones porque no
te da la gana, eres más lista de lo que crees». A veces mi gusanito me enviaba
refuerzos positivos, claro, cada vez menos, su cabreo es peor que el de mi
padre y mi hermano el miércoles pasado cuando perdió España.
—No es
mi momento, está claro, estoy a otras cosas, mi aventura literaria:
presentaciones, escribir otras novelas… —«pero eso no te va a dar de comer,
tonta el haba» me insulta el gusanito cuando me intento justificar.
—No
voy a ser de las 3000 o 2500 mejores, (de entre los tropecientos mil que se han
presentado, hay que serlo para poder optar al baremo). En eso, ya se puede
poner el gusanito como quiera, que mi cebolla tiene razón, pero ¿sabéis lo que
me dice?: «Si es que no lo has intentado, so perra».
—Pues
nada, seguirás siendo eventual toda la vida, no pasa nada—. «Eso con suerte,
bonita, porque como tiren de la bolsa por nota de oposición que anuncian en las
bases, te veo con la maleta para Alemania». Mi gusanito es un cenizo, todo
hay que decirlo.
—Venga,
ya mañana, hoy estás distraída y no te vas a concentrar—. «Jajajajajajajajajajajaja»,
se le saltan las lágrimas al gusano, cuando no me hace un corte de mangas, que también.
—¿Y
por qué tienes que estudiar, porque lo dicen ellos para ganar las elecciones?
¡Anda y que les den! —«No, reina, te van a dar a ti», con más razón que un
santo.
Me
podría pasar el día escribiendo excusas… eso es, escribiendo, que no leyendo. Para
muestra un botón:
Llevo toda
la mañana con esta entrada cuando debería pisotear, silenciar, y mandar a donde
se manden los gusanos runruneadores, agarrando el tocho de apuntes y poniéndome
a estudiar, pero… no hay manera, uohhhh.
Al
menos, espero que os guste… y que haya muchos más gusanos cabreados y hayan
menguado vuestras cebollas en cebolletas, porque si no voy apañá...
Es dificil después de 13 años volver a estudiar, sobretodo si tienes que compaginar estudio, trabajo, escritura y vida familar. Pero tú solita sabes la respuesta. Puedes buscar miles y millonea de excusas pero solo quédate con la respuesta a una pregunta ¿quieres seguir siendo eventual toda la vida?
ResponderEliminarNadie nos regala nada. Animo y ponte a ello. Al menos no podrás decir que no lo has intentado.
estoy con el gusanito yo tb irene, pero mi gusanito ronroneador cenizo me gustaria que le entrase por la cabeza a los dirigentes y a sus futuros votantes, que los habra y muchos (fanaticos hay en todos lados) y les comiese por dentro y les causase minimo las mismas cefaleas y disgustos que nos han y siguen causando. Podemos no estudiar y mandarlos al carajo que es donde se merecen!!
ResponderEliminarPuñetero gusano...es contagioso o qué?
ResponderEliminarPor si te sirve 3 oposiciones aprobadas y. Nunca estudie asi que........presentate y mucha suerte !!!!!.Maria enfermera llevo ejerciendo 25 años los primeros 8 años eventual contratada y los ultimos 17 fija por oposicion la 2a que aprobe la 3ra stoy esperando resultadoconcurso meritos asi que spero que des todo y lo mejor de ti despues de 13 años ejerciendo seguro que sabes un huevo !!!!!!!
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